9 de abril de 2013
NGC 3132, una extraña pero hermosa nebulosa planetaria en la constelación de Vela, no ha sido creado por la luminosa sino por la tenue estrella cerca de su centro.
El resplandeciente gas de esta nebulosa, apodada la Nebulosa del Anillo del Sur, tiene su origen en las capas exteriores de una estrella similar a nuestro Sol.
En esta imagen de color reprocesado, la caliente fuente púrpura de luz que se ve alrededor de esta estrella binaria es energizada por la superficie caliente de la débil estrella.
Aunque esta fotografía ha sido realizada para explorar las simetrías inusuales, son las asimetrías de la nebulosa planetaria que contribuyen a que ésta sea tan intrigante.
Ni la inusual forma de la envoltura circundante más fría ni la estructura y las ubicaciones de las frías bandas filamentosas de polvo que cruzan NGC 3132 son bien comprendidas.
Click aquí para ver la imagen de hoy en mayor resolución.
Crédito para la imagen: Hubble Legacy Archive, ESA, NASA; Procesado – Donald Waid.
Agradecemos al equipo de la A.P.O.D. su esfuerzo diario.
Traducción: www.astronomia-iniciacion.com.
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Mañana: Mirador Espacial
La Evolución de las Estrellas
Este cápitulo de la excelente seríe-documental «El Universo: Enciclopedia de a la astronomía y el espacio» explica los procesos de la evolución de las estrellas, los distintos fenómenos que suceden cuando éstas llegan al final de su vida y sus resultados: enanas blancas, estrellas de neutrones, agujeros negros….
Crédito para el vídeo: Ceguel.
El destino del Sol
Estrellas similares al Sol, cuando se les acaba su combustible de hidrógeno en el centro, se convertirán en una estrella Gigante Roja. Cuando esto suceda con nuestro Sol, la superficie de la gigante llegará casi hasta la órbita de la Tierra, calcinando la misma y acabando con la vida en ella. Esto sucederá en unos 5 mil millones de años de hoy.
Cuando esto ocurra, la estrella evolucionará muy rápidamente, en términos de la vida estelar. Empezará a enviar al espacio un fuerte viento de partículas de unos 20 kilómetros por segundo. Luego, por unas cuantas decenas de miles de años, este viento se hará muy tenue pero muy rápido (unos 1000 kilómetros por segundo). Cuando el viento rápido interactúa con el lento y denso viento de la fase anterior, se crea una nebulosa muy hermosa que puede tener muchas formas. La forma puede ser de una simple esfera casi perfecta, hasta nebulosas cilíndricas con estructuras muy complejas y de muchos colores.
La luz de la estrella central ilumina no solamente a la nebulosa, sino también «evapora» los pequeños glóbulos de alta densidad. El viento estelar hace que el gas desprendido de los glóbulos se aleje de la estrella de la misma manera que sucede en las colas de los cometas de nuestro sistema solar.
Crédito para el vídeo: Ilumbra.
El Sol, Pasado Presente y Futuro
Otro capítulo de la excelente seríe-documental «El Universo», de mayor duración que los dos anteriores vídeos.
El Sol, nuestro astro rey, se calcula que en unos cinco mil millones de años dejará de existir. Este astro envejecido se expandirá más allá de la órbita de nuestro planeta, incinerando todo ser vivo. No cabe duda de que el Sol desaparecerá cuando tenga doce mil millones de años, pero, ¿ocurrirá lo mismo con la Tierra? A lo largo de la historia ha habido científicos que han afirmado que la Tierra acabaría siendo engullida por un Sol agonizante, pero nuevas simulaciones y recientes descubrimientos realizados sugieren que nuestro planeta no tiene por qué extinguirse.
Este vídeo muestra nuevas teorías científicas, una de las hipótesis sugiere que las futuras civilizaciones podrían trasladar el planeta más allá de la zona de peligro gracias a la energía gravitatoria de un asteroide cercano. Otra teoría afirma que el Sol podría perder suficiente masa durante su etapa de gigante roja como para liberar fuerza de gravedad sobre la Tierra y permitir así que se aleje ligeramente.
Crédito para el vídeo: Enfermatico1.