2 de octubre de 2012
Es a veces difícil creer lo que se ve en el cielo.
Durante la Expedición Shelios a Groenlandia a finales de agosto, incluso los entusiastas del cielo veteranos vieron auroras tan coloridas, tan rápidamente cambiantes y tan insólitas en sus formas que no podían recordar nada semejante.
A medida que las siempre cambiantes auroras evolucionaron, enormes formas se esparcieron por todo el cielo, mudando de una forma familiar a otra, incluyendo lo que parecía ser la cabeza de una cabra (la imagen de hoy), la cabeza de un elefante, un extraño cometa con una cola verde y los dedos de una mano celeste.
Incluso sin la aurora, el cielo sería extraordinario por la banda arqueada de nuestra galaxia, la Vía Láctea y el interesante campo de estrellas, nebulosas y galaxias.
En contraste, en el primer plano aparece una casa de campo en Tasiusaq, Kujalleq, Groenlandia.
El proyecto Shelios existe no sólo para observar auroras sino también para motivar a los estudiantes a considerar una carrera en la ciencia.
Crédito para la imagen & derecho de autor: Juan Carlos Casado (TWAN).
Agradecemos al equipo de la A.P.O.D. su esfuerzo diario.
Traducción: www.astronomia-iniciacion.com.
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