7 enero 2011
Las galaxias son fascinantes no sólo por lo que es visible sino también por lo que es invisible.
La gran galaxia espiral NGC 1232, captada en detalle por uno de los nuevos Telescopios Muy Grandes (Very Large Telescopes – VLT), es un buen ejemplo.
Lo visible está dominado por millones de brillantes estrellas y polvo oscuro, atrapados en un remolino gravitacional de brazos espirales girando alrededor del centro.
Pueden verse cúmulos abiertos conteniendo brillantes estrellas azules salpicados a lo largo de estos brazos espirales, mientras que aparecen rastros oscuros de denso polvo interestelar rociados entre ellos.
Menos visibles, pero detectables, son miles de millones de tenues estrellas normales y grandes extensiones de gas interestelar, juntos formando una gran masa de tal envergadura que dominan la dinámica de la galaxia interior.
Invisibles son aún mayores cantidades de materia en una forma que todavía no sabemos – la materia oscura penetrante necesaria para explicar los movimientos de lo visible en la galaxia exterior.
Crédito para la imagen: FORS, 8.2-meter VLT Antu, ESO.