Sofía Brahe
Era hermana de Tycho Brahe, el gran astrónomo y diez años menor que él.
(Dinamarca, 1556 – 1643)
De familia noble, su padre era gobernador, con 10 años ya ayudaba a su hermano en sus observaciones astronómicas y aprendió de él química, horticultura y medicina. También fue autodidacta y aprendió por sí sola la astronomía, estudiando libros en alemán, y comprando traducciones del latín. Quiso ingresar en la universidad, como su hermano, pero en ese tiempo, sólo aceptaban a los hombres, así que tomó clases particulares de matemáticas, música, astrología, alquimia, medicina, genealogía y literatura clásica.
Con 16 años, ayudaba a Tycho en su observatorio del Castillo de Urania, “Uraniborg” en la isla de Hveen, calculando los eclipses y trayectorias de los cometas, que dieron como fruto el cómputo del eclipse lunar de 1573.
Más tarde sus padres la obligaron a casarse y no pudo continuar trabajando. Diez años más tarde su padre murió, y entonces ya Sofía pudo dedicarse a la química, la biología, la horticultura y la medicina, y a seguir ayudando a su hermano con las observaciones y a hacer horóscopos, algo muy común entre los astrónomos de la época. Sofía y su hermano Tycho descubrieron la posición exacta de los planetas. Reunieron un catálogo con las posiciones planetarias durante varias décadas que llegó a ser el más avanzado de la época.
Se casó por segunda vez en 1602 con un noble y vivieron en extrema pobreza.
Fue muy conocida en su época, y todavía se habla de ella en las universidades danesas y europeas que siguen utilizando sus crónicas. La mayor parte de los descubrimientos realizados por Sofía, fueron atribuidos a su hermano Tycho.
Murió en la hoguera por sus enseñanzas científicas.