Introducción al dibujo astronómico
Sois bastantes las personas que al ver uno de los dibujos que en estas páginas se exponen os interesáis por cómo se han hecho, e incluso os planteáis el intentarlo. Voy a comenzar aquí lo que pretendo sea una serie de artículos en los que iré explicando cómo hago mis dibujos astronómicos, y ofrecer algunos consejos para los que os animéis a intentarlo.
Vaya por delante que el dibujo y sus técnicas son algo totalmente personal, que cada uno va desarrollando según sus preferencias con el tiempo y la práctica. Hay otras maneras de hacerlo, y desde luego estáis todos invitados a exponerlas y comentarlas en estas páginas.
Los dibujos de estas páginas se hacen en negativo, negro sobre blanco, y luego se escanean, se rotulan y se invierten para su publicación. Dibujar en negativo tiene varias ventajas: se ve mejor en la oscuridad, los lápices son más precisos y versátiles, es más fácil de corregir, y es mucho más económico.
Es que yo no se dibujar…
Es la frase que más veces puedo oír cuando animo a la gente a hacerlo. No nos engañemos, nadie sabe dibujar al principio. La palabra clave es práctica, si no lo intentas, seguro que no te sale.
Por suerte el dibujo astronómico no requiere grandes medios ni técnicas complejas, ni gran habilidad manual: casi todo lo que se ve por el ocular son puntitos y objetos sin demasiado detalle. De la Luna y los planetas ya hablaremos mucho más adelante.
El objetivo principal del dibujo astronómico del aficionado es apoyar la observación astronómica. Son apuntes del natural, realizados con técnicas muy sencillas, y en tiempos cortos.
Para que el aprendizaje sea más fácil, se puede empezar por dibujar a ojo desnudo constelaciones o asterismos. Así se evita tener que pelearse con el telescopio además de con el papel.
Herramientas básicas
Para empezar, se necesitan unas herramientas muy sencillas: papel, lápiz, linterna de luz roja, y un difumino (opcional).
El papel puede ser en un principio cualquiera, aunque yo recomendaría un bloc de papel blanco libre de ácido, que sea algo consistente para que resista la humedad, y que tenga algo de grano, pero poco. El tamaño, según los gustos; los míos son A5, tipo cuaderno de campo.
El lápiz, de grafito corriente, puede ser de distintas durezas. Cada uno tiene sus preferencias al respecto. Yo recomiendo tener al menos tres lápices, uno bastante blando (4B), uno medio (B) y uno algo duro (HB a 2H), aunque puede ser que estés más cómodo con algo más duro: haz pruebas.
Los lápices hay que afilarlos. Un sacapuntas no siempre nos ofrece el afilado justo que necesitamos, y una cuchilla puede ser peligrosa de manejar en la oscuridad. Por eso yo utilizo portaminas, de mina estándar de 2 mm y las afilo con un afilaminas, de cuerpo metálico mejor que de plástico, o bien con una rasqueta. Los portaminas finos, de minas de 0,5 mm y similares, no son prácticos para estos usos.
La rasqueta es una tablilla con un taco de papeles de lija grapados en ella, y una esponjita para limpiar el polvo de grafito de la punta del lápiz. Sirve también para afilar y limpiar los difuminos. Permite dejar la punta de la mina más o menos roma, según la necesidad del momento.
La linterna de luz roja es muy importante. Sirve para poder ver en la oscuridad sin perjudicar la adaptación de nuestros ojos a la visión nocturna. La vista tarda una media hora en adaptarse a un rendimiento óptimo en la oscuridad. Sin embargo, en décimas de segundo expuesto a una luz brillante se pierde esta adaptación y hay que esperar otra media hora a recuperarla. La luz roja sin embargo no perjudica a este proceso; los bastoncillos, encargados de la visión en condiciones de baja iluminación, son insensibles a las luces de esas frecuencias de onda.
La luz debe ser realmente roja. Si se va a utilizar una linterna normal, habrá que ponerle varias capas de acetato rojo o similar hasta conseguir que de una luz totalmente roja y sin resquicios. Sin embargo, hoy en día son muy habituales las que utilizan diodos led en lugar de bombillas incandescentes. En estas, suele ser sencillo sustituir los leds blancos por otros rojo intenso (los rojos normales son demasiado tenues). Si no te manejas con el soldador, seguro que conoces a alguien que pueda hacerlo.
Normalmente la luz de las linternas se concentra mucho en ciertos puntos, creando zonas más brillantes que otras, o cercos y halos. Esto puede ser muy molesto para dibujar, y sin embargo es muy fácil de resolver: basta con colocarle una pantalla de papel vegetal, o de cinta adhesiva Scotch Magic de 3M.