Categoría: Astronomía en la antigüedad
La astronomía en la antigüedad.
El tamaño de la Tierra
Hacia el año 250 a.C., los griegos ya sabían por experiencia que hacia el oeste la Tierra se llegaba algo más allá del Estrecho de Gibraltar, y que hacia el este llegaba hasta la India, unos 9.600 kilómetros como máximo. Puesto que al cabo de esa distancia no se había vuelto al punto de partida, el perímetro del planeta tenía que ser superior a los 9.600 kilómetros; pero cuánto mayor era algo que no podía saberse.
La Tierra esférica
Más o menos en 350 a. C. ningún científico tenía ya dudas de la Tierra era una esfera. Desde entonces, todo hombre culto ha admitido este concepto. La idea fue aceptada sin pruebas directas, ya que la prueba no llegó hasta el 1522 d. C., cuando la única nave que sobrevivió a la expedición de Fernando Magallanes llegó al puerto tras haber realizado por primera vez una vuelta a la Tierra: así se demostró de forma directa que la Tierra no era plana.
La Tierra cilíndrica
La idea de una Tierra plana no satisfacía. Porque si de verdad fuera así, desde cualquier punto de esa Tierra plana deberían verse las mismas estrellas en el cielo.
La Tierra plana
El Imperio Asirio acababa de caer. En su mejor época pudo haber tenido una longitud máxima de unos 2.200 kilómetros, desde Egipto hasta Babilonia.
La astronomía en la antigüedad
Hace 32.000 años, en la era glacial, nuestros antepasados de la Edad de Piedra hacían incisiones en huesos de animales para representar las fases de la Luna. Vivían de la caza y la recolección, por lo que seguían las estrellas y predecían los cambios de estación gracias al cielo. Quizá observaban el Sol y la Luna y los dibujos que formaban las estrellas para conocer las estaciones.