5. Instrumentos ópticos astronómicos
5.1 Instrumentos ópticos astronómicos - los prismáticos
El siguiente paso sería disponer del primer instrumento, siendo el ideal unos prismáticos o binoculares. Es un placer pasearse, prismático en mano, por la Vía Láctea en una noche veraniega contemplando ante nuestros ojos nebulosas, cúmulos estelares y estrellas no visibles a simple vista.
Si el aficionado dispone de unos prismáticos guardados en casa, será un buen instrumento para empezar.
Los binoculares son baratos, fáciles de usar (permitiendo apuntar y observar con rapidez a los objetos celestes), de transportar y guardar. Estos instrumentos tienen un campo de visión amplio, mostrándonos una zona del firmamento mayor que la de un telescopio, que nos lo limita.
A diferencia de los telescopios, que invierten la imagen, los binoculares siempre nos ofrece la imagen derecha tal como se observa a simple vista gracias a los prismas porro incorporados en su interior.
Los prismáticos nos amplían aquellas zonas que a simple vista se veían pocas estrellas, apareciendo esta vez repletas de ellas, proporcionándonos magníficas vistas.
Una vez que se tenga unos prismáticos hay que disponer de mapas estelares y guías, que con el tiempo se irá adquiriendo habilidad en su uso. Hay algunos fenómenos que se observan mejor con prismáticos que a ojo desnudo.
Los prismáticos son unos instrumentos ideales para empezar en astronomía, mucho antes de comprarse un telescopio se ha de usar este instrumento óptico durante algún tiempo.
Para empezar nos permite distinguir algunos cráteres y cadenas montañosas de la Luna, los constantes cambios de los satélites galileanos, y todos los planetas excepto Plutón, así como los asteroides más brillantes como Vesta, Pallas, etc… Algunas nebulosas como M42 o Gran Nebulosa de Orión, y ciertas galaxias como M31 denominada Galaxia Andrómeda.
Se pueden identificar muchas estrellas dobles y estudiar la variación de luz de las estrellas variables. Pero se convierten en magníficos instrumentos para la contemplación y observación de cúmulos abiertos.
También son imprescindibles para la observación de cometas grandes y brillantes con extensas colas. Incluso se observan mejor los eclipses de Luna con unos prismáticos que a simple vista.
Cuanto más grande sean los objetivos de los prismáticos, más luz recogerán y mejor veremos los objetos débiles. Los aumentos elevados hacen danzar las estrellas y demás cuerpos celestes si no se dispone de un trípode, ofreciéndonos además un campo menor de visión, resumiendo:
- A mayor aumento < campo de visión
- A menor aumento > campo de visión
Para uso astronómico se recomienda unos prismáticos 7×50 o bien 10×50 que incorporen unos prismas de porro, en el primer ejemplo, 7 es el número de aumentos que proporcionan los prismáticos y 50 hace referencia al diámetro del objetivo en milímetros. Los aumentos no han de superar, una vez más, los 10 aumentos, ya que como los prismáticos pesan, nos cansamos enseguida haciéndonos bailar los objetos celestes, para estos casos se recomienda que los prismáticos vaya acoplado a un trípode.
Evitar los prismáticos baratos, y decidirse por la compra de uno de calidad pero comprobarlo antes, las lentes han de estar recubiertas por una capa antireflectante (“Coating”).
5.2 Instrumentos ópticos astronómicos - El telescopio
Abundante lectura, consejos y lecciones teórico prácticas sobre los distintos modelos y monturas de los TELESCOPIOS para aficionados, recorren las redes de Internet.
Todas las Asociaciones de astrónomos amateurs del Planeta, han publicado hasta la saciedad, el desarrollo de los telescopios, las distintas monturas que les acompañan, los distintos métodos para sus puestas en estación (posicionamiento del telescopio al Polo celeste), y como sacarles el mejor aprovechamiento.
Desde las Asociaciones Astronómicas se han realizado estudios de la totalidad de los telescopios que han aparecido en el mercado especializado, investigación de los instrumentos que han dado los mejores resultados con la práctica observacional.
En revistas especializadas aparecen casi todos los meses, artículos en los que se desmenuza técnicamente los distintos instrumentos que salen al mercado y su comportamiento práctico ( SKY & Telescope, Astronomy , Internet y en revistas periódicas de las Asociaciones).
En esta entrega, voy a salirme de lo que realmente por naturaleza se entiende la Iniciación a la Astronomía y vamos a dar un repaso a los mínimos elementos técnicos que deben acompañar al TELESCOPIO para que la trilogía PRECIO – CALIDAD – RESULTADOS, sean una realidad en manos de los aficionados que se inician en la comprensión y práctica de la Astronomía. Deseo dejar claros los conceptos de los mecanismos que acompañan la óptica y montura del telescopio en su buen funcionamiento, básicamente, en los modelos más utilizados por los aficionados.
Hay que entender que los espejos aluminizados y lentes de los que se dotan los distintos modelos, si son de buena calidad por su fabricación y calibrado, su valor en el mercado es elevado. No se puede pretender adquirir una óptica excelente a un precio módico. Lo mismo ocurre con las monturas que soportan el telescopio, el mecanismo de la cruz de ejes, así como los motores de seguimiento y la estabilidad del conjunto, a mayor calidad y acabado el precio del instrumento se dispara. No tiene sentido, instalar un tubo óptico de media-alta calidad en una montura inestable con una mecánica simple, por muy ecuatorial que sea.
Muchos fabricantes intentan abaratar un instrumento, para que este al alcance de todos los bolsillos. El resultado de ésta práctica, es el siguiente: infinidad de aficionados en su inicio de la práctica astronómica, tienen en sus manos, telescopios muy limitados en capacidad, para realizar observaciones de calidad media. Dichos aparatos están plagados de holguras mecánicas, defectos de montaje, monturas inestables, lentes, espejos y accesorios de baja calidad.
Ante la compra realizada, los aficionados, con todo su ardor digno de mención, comienzan a rectificar los fallos que se producen en el movimiento de ambos ejes, intentando mejorar si cabe la estabilidad de la montura, posicionamiento de los motores y mejora del control de regulación.
En la mayoría de los casos, encuentran, que el conjunto de la estructura, no da para milagros. Llega la decepción y a continuación abandonan esta afición tan maravillosa. ¡Es hora de romper esta dinámica!
Desde estas líneas recomendamos que, si no se dispone del capital necesario para la compra de un telescopio como mínimo de media calidad, se desista de adquirir instrumental de baja calidad. Es más práctico disponer de un buen trípode y unos prismáticos excelentes que se pueden adquirir por unas 70.000 ptas., que comprar un telescopio ecuatorial por la misma cantidad. Es obvio que un telescopio ecuatorial a ese precio es de gama baja y todos los que conozco de esas características dan muchos problemas, salvo rara excepción. El equipo alternativo de trípode y binoculares da mejores resultados y satisfacciones que el telescopio de baja calidad. Consultar en las Asociaciones de aficionados se hace imprescindible, porque estas os asesorarán en la compra de los instrumentos, con cariño y afición, con una elevada profesionalidad que les ha dado la experiencia y sin ánimo de lucro.
Todos los telescopios de aficionados constan de dos partes fundamentales: la óptica entubada y la montura que lo soporta.
La óptica de los telescopios reflectores, refractores y catadióptricos, están encerradas en unos armazones normalmente fabricados con material aislante o metalizados especiales, de alta resistencia mecánica y de baja densidad proporcionando a la estructura entubada, rigidez y poco peso. Esta fabricación eleva los precios del producto acabado pero, da seguridad y calidad.
5.3 El telescopio - las lentes
Las lentes en los refractores, los espejos en los reflectores y la combinación de ambos elementos en los catadióptricos, la calidad del vidrio utilizado y el pulido de sus caras implican un trabajo muy profesionalizado. Al límite que llegan en la fabricación y calibración de los espejos y lentes repercute en su precio. Pulir las cuatro caras del doblete acromático de un refractor y parabolizar el espejo de un reflector, su precio está directamente relacionado con el límite de calidad alcanzado.
Hablar de estos límites en este capítulo, excede las pretensiones del que hacía referencia al principio, pero si quiero dejar claro que, las lentes en los refractores con un bajísimo cromatismo residual, son de elevado precio. Los espejos de los reflectores, en su acabado final, con una longitud de onda emergente de l= 1/10, son de calidad media y el coste es alto.
Hay espejos parabolizados con una onda emergente de l= 1/4 que dan buenos resultados si su nº F es superior a 8= (d/f) d= diámetro del espejo o lente en mm. y f= distancia focal en mm.), estos buenos resultados también dependerán de la estabilidad de la atmósfera en ellugar que se observa.
Este dato de onda emergente lo da normalmente el fabricante que los distribuidores lo hacen llegar a los compradores-usuarios. Se dan muchos casos de compra de espejos con una determinada onda emergente, que sometidos a nuevas calibraciones, están muy lejos de alcanzar los parámetros mencionados en el parte de fabricación. Así que estad atentos a la calidad del calibrado de fabricación.
El mismo tratamiento que en los límites está, lo que se entiende por onda emergente de los espejos parabolizados, no es tema de esta entrega. Los telescopios catadióptricos tales como los tipos de Cassegrain/Maksutov van provistos de unas láminas correctoras de alta precisión y anclaje acompañados generalmente de unas monturas estables y sólidas, siendo los más caros del mercado. Estos tipos de telescopios son una opción ideal, en contra partida, hay que reseñar, que no está al alcance de todos los bolsillos.
5.4 El telescopio - El tubo óptico y los portaoculares
El tubo óptico en general está compuesto de la óptica (lentes o espejos) y el portaocular. En los refractores, las lentes, están soportadas en la boca del tubo sobre la base de un casquillo, normalmente metálico que le da rigidez y firmeza, y en los reflectores, el espejo primario lo soporta una pieza metálica llamada barrilete, que permite su centrado y alineación del eje óptico por medio de unos tornillos fijados en su base. Si estas piezas que soportan las ópticas son de plástico vulgar, hay que sospechar que son de baja calidad y por tanto hay que rechazarlos.
Los portaoculares en ambos sistemas deben ser metálicos, sólo estos, permiten el enfoque fino y sin holguras. Una característica típica de una óptica de baja calidad, es la inclusión por el fabricante en el tubo óptico, de un portaocular al que sólo se le puede intercalar oculares de 1″ (25 mm.).
Esto implica al usuario observar el cielo con oculares de focales superiores a los 20 mm., Porque, los de corta focal (mayores aumentos), la visión a través de ellos es incomodísima, debido a la pequeña pupila de salida, inherente a su propia construcción. Los portaoculares adecuados son aquellos, en los que se puede intercalar oculares de 11/4″ (31,7 mm.), con los de 2″ (50,8 mm.) proporcionando, imágenes más planas y mayor campo. Prácticamente existen pocos instrumentos en el mercado con portaoculares de 25 mm., pero en algunos comercios los tienen todavía a la venta. Se deben rechazar.
El espejo secundario de los reflectores va fijado al tubo por una pieza que se llama la araña, también de fabricación metálica que posibilita el centrado y ajuste con el espejo primario del eje óptico. Debe disponer en el cuerpo en que está fijado el espejo secundario, de al menos tres tornillos de ajuste que permitan bascular el secundario en todas las direcciones. Se debe rechazar el telescopio en el que el espejo secundario no se pueda regular.
5.5 El telescopio - La montura
La óptica del telescopio se apoya en la montura, y en la observación astronómica la montura ecuatorial es la que posibilita el seguimiento de los astros, contrarrestando la rotación terrestre.
Montura de horquilla
La montura del telescopio está directamente relacionada con el sistema óptico que debe soportar. Sus ejes, el de A.R (ascensión recta o eje horario) y el D (declinación del astro), se construyen específicamente en función del peso que deben soportar. A mayores diámetros de las lentes o espejos, mayores diámetros de los ejes, que permitan rotar con suavidad y regularidad.
De una misma marca comercial existen monturas con nominación, que recorren toda la gama de calidades. Desde las inestables hasta las de altas prestaciones, permitiendo acoplar distintos accesorios como, CCDs, cámaras fotográficas, buscadores y adaptadores para el seguimiento y búsqueda automática de objetos estelares. Cabe decir, que el precio individual de estas monturas, supera las 80.000 ptas., en contrapartida la calidad y precisión.A mi entender, por experiencia, realizar una inversión en la montura de precisión es la opción a seguir. Nos evitará muchísimos quebraderos de cabeza y dispondremos de más tiempo para la observación, sin preocuparnos del seguimiento, después de una correcta puesta en estación.
Las monturas ecuatoriales más comunes que se encuentran en el mercado estatal son básicamente de dos tipos: la montura alemana y la montura de horquilla.
Las monturas de horquilla son llamadas así porque recuerdan la horquilla en forma de lira, en cuyos extremos libres se sitúa el tubo óptico. Este conjunto es soportado por un sólido trípode que da elevada estabilidad a todo el equipo. Son utilizadas estas monturas con los sistemas ópticos Cassegrain/Maksutov. Estos tipos de telescopios en su conjunto, tanto la óptica como las monturas recorren la gama desde media a alta calidad y por lo tanto, su precio es elevado, pero el rendimiento que se les puede sacar también es elevado.
Montura alemana
5.6 Otras monturas
La montura alemana.- Es la más asequible, sus precios en el mercado actual están por debajo de las monturas de horquilla. Por otro lado, a este tipo de montura se adaptan la gran mayoría de los telescopios reflectores (espejo parabólico) y refractores (lentes), permitiendo combinar los tipos con la misma montura. La montura alemana en vez de utilizar el trípode como soporte total del tubo óptico y el bloque de la cruz de ejes, utiliza como soporte normalmente una columna tubular, de cuya base salen tres pies dando a toda la estructura estabilidad. Se hace preciso que esta columna tubular sea metálica con un peso superior al tubo óptico y corta de altura para acercar el centro de gravedad de toda la estructura lo más posible al suelo donde descansa para la observación. A su vez, ésta columna permite ser retirada en caso de que se quiera dejar fijo el telescopio y montar el bloque de la cruz de ejes con la óptica sobre una columna prefabricada (observatorio fijo).
La montura ecuatorial.- Esta montura va soportada por medio de un trípode plantea a los telescopios superiores en diámetro a los 150 mm., algunos problemas de transmisión de vibraciones. Sus fabricantes, a pesar de ser extensibles les construyen altos en su mínima extensión, y una pequeña brisa o un golpecito sin intención tardan más de 10 ó 12 segundos en estabilizar la imagen, muy perjudicial en largas exposiciones fotográficas. De ahí que muchos aficionados tratan de dar estabilidad a base de montar un peso adicional en su centro de gravedad o bien enlazando las tres patas del trípode con una estructura metálica; y si uno es manitas es posible que de resultado, pero no todos los aficionados lo son. Sólo los trípodes de media y alta calidad por su solidez dan estabilidad al conjunto y claro, su precio también.
Lo mismo ocurre con los accesorios (oculares, barlows, buscadores, motores de seguimiento, reguladores de velocidad, adaptadores para la fotografía astronómica, etc.). Toda esta variedad de elementos utilizados en la observación astronómica, conlleva un desembolso económico elevado, obligando al usuario a seleccionar los más importantes y necesarios para un trabajo de observación medianamente serio.
Todos los telescopios de la gama media-alta son acompañados de los mínimos accesorios, siendo de buena calidad. Los de gama baja no son de fiar por regla general, son válidos para observaciones sin ningún valor astronómico y dejan mucho que desear. Como estos elementos se pueden adquirir individualmente nos da opción a escoger aquellos que necesitemos eligiendo los de calidad. El asesoramiento de los astrónomos aficionados con experiencia son los que mejor conocen las características y la calidad de los accesorios que nuestro flamante nuevo telescopio necesita, consúltales.
La compra de un telescopio de baja calidad, obliga al usuario, a realizar reformas mecánicas y a veces electrónicas, que en la mayoría de las veces, no da los resultados de mejora del equipo. En esta situación he conocido aficionados abandonar sus ilusiones en el conocimiento y diversión de la Astronomía. Otros, más fuertes de voluntad y asesorados utilizan sólo la óptica como simples buscadores de los objetos estelares, como apoyo de un equipo superior en diámetro del objetivo principal y una montura sólida. Esta es la única salida, para un telescopio de baja calidad.
5.7 Tipos de telescopios
Todos los telescopios tienen una misma función pero su funcionamiento no es el mismo. Todos ellos tienen un objetivo, su misión es captar la luz de los cuerpos celestes. Cuanto más débil sea la luminosidad del objeto a observar, mayor diámetro o abertura deberá tener el objetivo del telescopio. El objetivo puede estar formado por lentes (telescopios refractores), espejos (telescopios reflectores), o ambas configuraciones a la vez (telescopios Schmidt y Schmidt-Cassegrain). El tipo de configuración óptica (el tipo de objetivo) es el que da nombre al telescopio:
I) Los telescopios refractores o anteojos están formados por una lente objetivo (doblete acromático, e incluso una combinación de tres lentes como los sistemas apocromáticos que mejoran más las imágenes) colocado en un extremo del tubo y un ocular intercambiable, en el extremo opuesto, que actúa como lente de aumento.
II) Dentro de los telescopios reflectores destacan dos sistemas:
- a) el más común de todos es el reflector tipo Newton, ideado por Isaac Newton. En el interior del tubo tiene un espejo cóncavo que recoge la luz y la dirige hacia el extremo del tubo, donde otro espejo secundario, pequeño y plano, la intercepta y la envía al ocular.
- b) el otro sistema es el Cassegrain, ideado por G. Cassegrain en el siglo XVII. En este caso el objetivo principal es un espejo parabólico y en su centro hay un orificio. Al converger al foco se encuentra con un espejo secundario divergente que posee una curvatura hiperbólica y convergen en un mismo punto situado detrás del espejo principal.
Telescopio reflector Great Polaris, con un objetivo de 200 mm. de diámetro y 800 mm. de distancia focal, siendo su relación focal f/4, convirtiéndose en un instrumento ideal para la observación de objetos extremadamente débiles.
Continuamos explicando los tipos de telescopios que podemos encontrar en el mercado.
III) En cuanto a los telescopios que utilizan ambas configuraciones ópticas, denominados telescopios catadiópticos, tanto de espejos como de lentes, es decir combinan las ventajas de la refracción y de la reflexión tenemos:
a) Cámara Schmidt ideada por Bernard Schmidt. Esta cámara es ideal para la realización de astrofotografía e imposible de utilizar en observación directa ya que el foco queda dentro del tubo del instrumento, colocándose en ese lugar los negativos de fotografía a la hora de realizar las tomas.
Uno de los modelos más sencillos de los Schmidt-Cassegrain, es el telescopio de 203 mm. de diámetro y 2.032 mm. de distancia focal, siendo su relación focal f/10. Va equipado con montura Great Polaris.
b) Otro instrumento muy compacto es el telescopio Schmidt-Cassegrain, de focal muy larga. Debido a la dificultad para fabricar la lámina correctora Schmidt, dichos instrumentos tienen un elevado coste, pero aún así son muy populares entre los astrónomos aficionados.
c) otro tipo de telescopio es el Maksutov, su diseño es debido a la dificultad que entraña la realización de la lámina Schmidt, siendo sustituida por una lente con forma de menisco divergente. El funcionamiento es el mismo que el Schmidt-Cassegrain.
5.8 Consejos a tener en cuenta
En esta unidad didáctica veremos una serie de consejos a tener en cuenta a la hora de adquirir un telescopio.
- Un telescopio es mejor cuanto mayor sea su abertura o diámetro, mayor será la luz captada procedente de los objetos celestes débiles. Mucha gente cree que la calidad de un telescopio viene por el número de aumentos que el telescopio nos puede ofrecer, eso es falso.
- Todo telescopio tiene un límite de potencia, se calcula multiplicando por dos el diámetro del objetivo (en milímetros).
- Los aumentos que proporciona un telescopio se obtiene dividiendo la distancia focal del objetivo por la distancia focal del ocular, en milímetros.
- Cada telescopio tienen una relación focal diferente y fija según sus características como la distancia focal y el diámetro del objetivo. Se obtiene dividiendo la distancia focal del objetivo pro su abertura y se expresa por f/ seguido de un nº, que va desde el 2 hasta el 15. La relación focal define la luminosidad del telescopio. Los telescopios muy luminosos, f/4, son adecuados para astros débiles de cielo profundo, mientras que los luminosos f/12 o bien f/15 son potentes e idóneos para astros brillantes del Sistema Solar. Los intermedios, f/7 valen para todo tanto para astros débiles como brillantes.
- Otro factor importante es el poder de resolución del instrumento, a mayor diámetro del objetivo mayor separación de dos puntos próximos.
Lo ideal para el debutante son los telescopios refractores de 60 cm de diámetro con montura acimutal. Posteriormente, si sigue la afición, es cambiarse a otro mayor, desde los 160 a 250 mm. de diámetro, equipado con montura ecuatorial y motorizado, principalmente el eje de A.R. (ascensión recta).
El aficionado puede construirse por sí mismo un telescopio newtoniano adquiriendo las piezas ópticas en el mercado.
Para el principiante es muy importante que busque a otros aficionados e intentar localizar la agrupación astronómica más próxima, ya que compartirá con otras personas las mismos inquietudes e intereses comunes, y lo que es más importante realizar las actividades astronómicas con calma. Con el tiempo tendrá la oportunidad de conocer a mucha gente y de hacer nuevos amigos.
5.9 Las monturas de los telescopios
Todo telescopio debe ir provisto de un mecanismo que permita articular el tubo para dirigirlo a cualquier punto de la bóveda celeste. Por montura se entiende la parte mecánica del telescopio cuya función consiste en permitir la orientación y posterior seguimiento del objeto observado.
Puesto que la Tierra gira sobre sí misma en el espacio, la montura tiene la función de permitirnos compensar este movimiento de rotación, para conseguir que el objeto celeste observado permanezca en el campo visual del telescopio.
La elección de una montura tiene gran importancia, ya que resultará vital para una buena observación. De ella dependerá el nivel de vibraciones, su rigidez o estabilidad para que una vez localizado el astro no se mueva por sí solo o se vea afectado por el viento, principal enemigo de los instrumentos poco estables, las posibilidades de realizar astrofotografía, y en resumen sacar las mayores posibilidades en el rendimiento de nuestro telescopio.
Según el principio de su funcionamiento, las monturas pueden ser:
- Acimutales
- Ecuatoriales: montura alemana, montura de horquilla, montura inglesa simple, montura inglesa acuñada.
Aunque sólo hablaremos de las acimutales y de las monturas alemanas, ya que son las más usuales. Cada una de ellas posee unas características distintas.
Monturas acimutales.- Son las monturas más sencillas. En ellas el telescopio posee dos ejes de giro:
- Eje vertical: nos indica la altura del objeto.
- Eje horizontal: nos señala el azimut.
Estas monturas presentan el inconveniente de que deben accionarse simultáneamente los dos ejes a mano alzada o mediante mandos de movimientos lentos para seguir a un astro, dado que la bóveda celeste no gira horizontalmente, sino de forma oblicua (excepto para los habitantes del ecuador y los polos).
Mediante estos dos ejes es posible localizar y mantener el objeto observado en el campo visual, pero el constante desplazamiento de la imagen llega a ser molesto e incluso impedir fijar detenidamente la atención a los pequeños detalles. Generalmente el uso de estas monturas, a la larga, es incómoda.
En tales monturas la realización de la astrofotografía es imposible porque la imagen del astro no está fija en el campo visual del telescopio.
Normalmente las monturas acimutales suelen equipar a instrumentos de tipo refractor, también tiene este tipo de montura los denominados telescopios Dobson.
5.10 Las monturas ecuatoriales
La principal ventaja de las monturas ecuatoriales es su capacidad de compensar el movimiento de rotación terrestre, consiguiendo que los objetos observados permanezcan en el campo visual del telescopio, permitiéndonos fijarnos más atentamente en los pequeños detalles de los astros observados. El principio de su funcionamiento no es complicado:
La típica montura ecuatorial alemana, la más usada por los astrónomos aficionados, con sus dos ejes principales.
- 1) El eje de giro principal recibe el nombre de eje de ascensión recta (a), eje horario o eje polar. Este debe ser colocado en paralelo con el eje de giro de la Tierra y, posteriormente, orientado hacia la estrella Polar.
Haciendo girar el telescopio sobre este eje y a una velocidad constante que compense el movimiento de rotación terrestre, se consigue accionando con la mano los mandos de movimientos lentos o mediante un motor de seguimiento, mantendremos el objeto en el campo visual constantemente. La otra particularidad es la posibilidad de localizar objetos celestes a partir de sus coordenadas astronómicas, ya que las mismas poseen círculos graduados para esta función.
Los sistemas ecuatoriales son imprescindibles para realizar astrofotografía, ya que se necesitan tiempos de exposiciones generalmente largos y, al mismo tiempo, un seguimiento sumamente preciso.
Ya hemos visto que la ascensión recta es el eje principal, pero dispone de otros tres ejes más:
- 2) El eje de declinación (d) gira en un plano vertical al del eje de ascensión recta. Este movimiento es el que permite el ajuste vertical y sigue las líneas verticales dibujadas en los mapas celestes. Permite que el telescopio se mueva hacia arriba o hacia abajo en el cielo y permite localizar cualquier estrella hacia el norte o el sur.
- 3) El eje de acimut, o movimiento horizontal de la base, permite que el telescopio pueda girarse 360º. Este movimiento en acimut se usa para colocar el telescopio en dirección a la estrella Polar.
- 4) El eje de altitud permite el movimiento vertical del telescopio para situarlo desde la horizontal hasta 90º. Este ajuste se utiliza para alinear la montura sobre el polo celeste; el ángulo formado por la montura y el polo celeste es igual a su latitud del lugar de observación.
5.11 Círculos graduados
Si el telescopio viene equipado con círculos graduados, sus esfuerzos por alinear el eje polar le permitirán utilizar estos círculos como ayuda para localizar los objetos celestes. Antes de usar los círculos graduados hay que ajustar la montura del telescopio hasta que el eje polar sea paralelo al eje de la Tierra.
La utilización del círculo de declinación (d) es sencilla y directa de usar. Sus graduaciones, en grados y minutos de arco, representan las distancias por encima o por debajo del ecuador celeste tal como indican los paralelos de declinación de cualquier carta estelar.
Si se desea visualizar a la estrella Sirius, cuya declinación en las cartas es de -16º 43′ el telescopio debe girarse sobre el eje de declinación hasta que éste señale los -16º 43′.
La otra coordenada precisa para localizar la estrella es la ascensión recta (a). No es posible realizar una lectura directa sobre este círculo, ya que la ascensión recta es una coordenada que depende del tiempo. La ascensión recta de un objeto celeste puede referirse a su ángulo horario, ya que es el desplazamiento del objeto hacia el este, en horas y minutos de movimiento diurno, desde un origen que se ha situado en la constelación de Pisces: el punto se designa por 00h 00m, es el Punto Aries.
La forma más sencilla de utilizar el círculo de ascensión recta del telescopio es enfocarlo hacia una estrella brillante en a conocida, situar el mismo hacia esa estrella y mover el círculo hasta que indique su ascensión recta. Para localizar cualquier estrella débil, nebulosa o galaxia en a bastará con mover el telescopio hasta que la ascensión recta del objeto sea señalada por el indicador del círculo graduado de a. Un consejo: no dejar transcurrir mucho tiempo entre el ajuste del círculo y el subsiguiente reajuste del telescopio hasta la posición deseada, debido a que cada minuto que esperamos el círculo acumula un cuarto de grado de error. En un telescopio sin motor, tendrá que volver a poner el círculo en otra estrella brillante de referencia antes de comenzar una nueva búsqueda de un objeto débil.
Si el telescopio es controlado por un motor, el círculo de ascensión recta permanecerá correcto y directamente utilizable a lo largo de toda la sesión de observación.
5.12 La alineación del telescopio
Polaris, la estrella Polar, que indica el norte, está por lo general a unas 9 décimas de grado del Polo Norte Celeste (PNC). Es hacia ese punto donde debe señalar el eje de ascensión recta de un telescopio, en el hemisferio norte, a fin de asegurarnos un preciso seguimiento con un mínimo de error en declinación. Un telescopio perfectamente alineado constituye una gran ayuda en astrofotografía. Hay métodos para conseguir un ajuste preciso en dirección a la Polar, denominado también puesta en estación del telescopio. Uno de ellos es el siguiente:
- Nivelar la montura del telescopio.
- Comprobar el ángulo formado entre el eje de ascensión recta con la horizontal se corresponde con la latitud del lugar de observación.
- Alinear aproximadamente, a simple vista, el eje polar o A.R. con el Polo Norte Celeste (PNC).
- Alinear el buscador con el telescopio. Comprobar el paralelismo entre el eje del tubo y el eje del buscador.
- Centrar la Polar en el campo del buscador ajustando los movimientos en altitud y acimut.
- Enfocar una estrella próxima al ecuador celeste con el máximo aumento. Conectar el motor. Fijarse en qué dirección se desplaza la estrella dentro del ocular. Si se desplaza hacia el norte el eje polar apunta hacia el oeste del polo; si va hacia el sur apunta hacia el este. Ajustar el telescopio utilizando sólo el movimiento en acimut y repetir el proceso hasta que no se observe ninguna desviación.
- Enfocar una estrella cercana al ecuador celeste y también hacia el horizonte este. Si la estrella deriva hacia el norte el eje polar está por encima del polo y lo hace hacia el sur es que el eje está por debajo del polo. Corregir actuando sólo el movimiento de altitud.
5.13 Los oculares
Este accesorio también ha de ser fundamentalmente de muy buena calidad. Se usa con el telescopio para obtener más aumento. La variedad en oculares es amplia y extensa.
Generalmente se suministran a la hora de adquirir un telescopio un sólo ocular, cuando normalmente precisamos más, a lo sumo tres oculares, uno de bajo aumento (de 35 a 50 aumentos), otro de aumento medio (de 80x a 120x) y por ultimo, uno más de aumento alto (de 150x a 200x).
El aumento bajo visto desde un telescopio ofrecerá campos más amplios para localizar objetos débiles de cielo profundo, vistas panorámicas, etc; el aumento medio nos sirve para cúmulos abiertos y globulares, estrellas dobles, mientras que el alto nos va para planetas, estrellas dobles.
Los aumentos superiores ya no nos ofrecerán una mayor utilidad debido a que las imágenes se vuelven borrosas y poco nítidas. Se ha de evitar, en la medida de lo posible, los oculares con zoom, debido a su mala calidad.
Los oculares se venden por su distancia focal, no por su potencia o aumentos. Una vez más, no dejarse engañar por aquellos comerciantes que anuncian grandes aumentos para telescopios pequeños. Lo importante no es el mayor aumento, sino lo contrario.
El ocular lleva marcado la distancia focal del objetivo del ocular propiamente dicho expresado en milímetros Así pues cuanto más pequeño es la distancia focal del ocular mayor es el aumento que nos proporcionará a la hora de observar los objetos celestes.
(en el mismo orden explicados)
5.14 Explicación de los oculares
A continuación le explicamos cada uno de los tipos de oculares.
- Huygens: Ocular compuesto de dos lentes, de mala calidad. Común entre los telescopios de principiantes de bajo precio. El campo aparente tiene un rango de 25º a 40º. Trabaja satisfactoriamente en telescopios.
- Ramsden : Ocular compuesto de dos lentes, de mala calidad, pero superior al Huygens. El campo aparente tiene un rango de 30º a 40º. Trabaja satisfactoriamente en telescopios.
- Kellner tipo I: Consisten en lentes acromáticas simples. Es una lente plano-convexa. El campo aparente es de 35º a 50º. Este ocular provee una mejor corrección al color.
- Kellner tipo II: Consisten en lentes acromáticas simples. Es una lente doble plano-convexa. Mismas características que el tipo I.
- Kellner tipo III o Pl ö ssl: Ocular consistente en dos acromáticos con un diseño similar a los Kellners. Se estima que es uno de los oculares más finos. El campo aparente es de 35º a 50º.
- Ortoscópicos: Es uno de los oculares más estimados. Consiste en un triplete. Tienen un campo aparente que cae entre 30º a 50º.
- Erfle: Este ocular tiene un gran campo aparente, de 50º hasta 70º, comúnmente 65º. Tiene tres acromáticos y tiene una buena definición central, pero las aberraciones son obvias en los bordes.
- Nagler: Ocular con siete elementos y con un asombroso campo aparente de 82º. Se ha diseñado para ser usado con los telescopios Newtonianos, aunque trabaja bien con relaciones focales más altas. Es un ocular muy caro, cuatro o cinco veces más que un ortoscópico, Erfle.
- Barlow: Una Barlow es una lente negativa que alarga el plano de la imagen en un telescopio. No es un ocular sino un accesorio del ocular. Las lentes Barlow son generalmente usadas para incrementar la longitud focal efectiva del telescopio dos o tres veces.
5.15 Los aumentos del objetivo
Los aumentos dependen sobre todo de la distancia focal del objetivo del telescopio, así como de la distancia focal del mismo ocular. Por ejemplo, dos telescopios de distinta distancia focal, uno de 1200 mm y el otro de 1500 mm pero con un mismo ocular de 12 mm de distancia focal, no nos proporcionarán el mismo aumento ya que el primero nos ofrecerá 100x (x equivale a aumentos) y el segundo 125x, deducido de la siguiente fórmula:
Aumento = D. F. Objetivo/D.F. Ocular
siendo D.F. La distancia focal.
1200/12 = 100x
1500/12 = 125x
Los oculares que hay en el mercado se diferencian en el diámetro de su casquillo, así pues hay tres tipos de medidas:
- 24’5 mm ó 0,9″ (pulgadas, una pulgada equivale a 25,4 mm). Suelen ser oculares de importación japonesa.
- 38 mm ó 1 1/4″. Superior en cuanto a precio con respecto al primero por su calidad.
- 50,8 mm ó 2″. Estos últimos son más caros que los dos anteriores porque se tratan de oculares gran angulares, que sólo se usan en algunos telescopios del mercado. Los oculares se han de resguardar del polvo y de la suciedad. Se limpian, lo menos posible, se quita el polvo con una perilla, después con un algodón ligeramente empapado en un líquido limpiador y se pasa por un algodón seco.