Los nombres de los exoplanetas
Los nombres de exoplanetas pueden parecer largos y complicados al principio, especialmente en comparación con nombres como Venus y Marte. Sin embargo, hay una lógica detrás de su sistema de nombres que es importante para la forma en que los científicos catalogan miles de planetas. Los astrónomos diferencian entre las “designaciones” alfanuméricas y los “nombres propios” alfabéticos. Todas las estrellas y exoplanetas tienen designaciones, pero muy pocos tienen nombres propios.
Generalmente, la nomenclatura científica de los exoplanetas suele contener dos elementos: un nombre propio o su abreviatura con algunos números y una letra minúscula. La primera parte del nombre de un exoplaneta suele ser el telescopio o la prospección que lo descubrió. También puede ser el nombre de la estrella anfitriona cuando se trata de estrellas bien conocidas o el nombre del catálogo al que esta pertenece. El número es el orden en el que se catalogó la estrella por posición. La letra minúscula representa el planeta, en el orden en que se encontró el planeta. El primer planeta encontrado siempre se llama b, y los planetas subsiguientes se denominan c, d, e, f, etc. Si varios exoplanetas se encuentran alrededor de la misma estrella, el primer planeta descubierto no tiene por qué ser el más cercano, ya que la letra no indica la ubicación, por lo que puede estar más cerca o más lejos. La estrella que orbita el exoplaneta suele ser la “A” no declarada del sistema, lo que puede ser útil si el sistema contiene muchas estrellas, a las que se pueden designar B o C (las estrellas tienen letras mayúsculas; los planetas reciben designaciones en minúsculas).
Un ejemplo de un nombre de exoplaneta es Kepler-16b, donde “Kepler” es el nombre del telescopio que observó el sistema, 16 es el orden en el que se catalogó la estrella y “b” es el planeta más cercano a la estrella. Si estuviéramos nombrando a la Tierra como un exoplaneta, se llamaría Sol d (Sol es el nombre de nuestra estrella y la Tierra es el tercer planeta, comenzando con b, Mercurio).
Los exoplanetas llamados Kepler son nombrados así por haber sido descubiertos por el Telescopio Espacial así llamado. Hay otro grupo de exoplanetas llamados CoRoT, por la sonda espacial de CNES y la ESA. También están los exoplanetas HAT y WASP, descubiertos con proyectos que han sido llevados a cabo desde la Tierra. Y algunos otros proyectos más.
En la IAU (The International Astronomical Union, Minor Planet Center) podemos encontrar una guía dirigida a todos aquellos observadores que estén interesados en realizar un programa de observación astrométrica CCD de planetas menores y / o cometas. La asignación de un nombre a un exoplaneta es un largo proceso que puede llevar décadas. Comienzan recibiendo una designación provisional basada en la fecha del descubrimiento. Esta designación es asignada por el MPC (Minor Planet Center) de acuerdo con una fórmula en la que se incluye el año del descubrimiento, dos letras y, si fuese necesario, algunos dígitos más.
Los nombres públicos propuestos en las campañas de nomenclatura deben seguir las reglas y restricciones de nomenclatura adoptadas para los cuerpos menores del sistema solar, por la IAU y por el Minor Planet Center, por lo que después de que el Planeta Menor descubierto haya sido observado en cuatro o más oposiciones y su órbita se haya determinado lo suficientemente bien como para que su posición pueda predecirse de manera confiable en el futuro, el Planeta Menor recibe una designación permanente, consistente en un número que emite el Minor Planet Center. Después de esto se invita al descubridor del Planeta Menor a que sugiera un nombre para él y escriba una breve cita explicando las razones por las que desea asignar ese nombre de acuerdo con las pautas de la IAU. Este privilegio permanece durante diez años tras la numeración del objeto. Todos los nombres propuestos son evaluados por un grupo de quince personas compuesto por astrónomos profesionales con intereses de investigación relacionados con planetas menores y / o cometas de todo el mundo.
Los nombres propuestos deben cumplir los siguientes requisitos:
- tener una longitud de 16 caracteres o menos
- preferiblemente una palabra
- pronunciable en algunos idiomas
- no ofensivo
- no muy similar a otro nombre ya existente de un objeto astronómico
Además, no está permitido proponer:
- nombres de animales de compañía
- nombres de naturaleza pura o comerciales
- nombres de personas, lugares o eventos conocidos principalmente por actividades políticas, militares o religiosas
- nombres de personas vivas
- tampoco el mismo nombre para la estrella anfitriona y su planeta
Todo el proceso debe ser respetuoso con la propiedad intelectual, por lo cual debe demostrarse que los nombres propuestos que previamente existan, son gratuitos para uso público y no están sujetos a derechos de autor.