Mareo del viajero
Un problema muy molesto para algunos
Cada vez más, los astrónomos aficionados, debemos alejarnos de nuestras ciudades para encontrar un cielo oscuro. Para ello, viajamos muchos kilómetros, buscando a veces las alturas, con sus carreteras con curvas… y los mareos. A veces, nos acompañan los hijos, sobrinos, amigos… Tengo una compañera que sufre del mareo del viajero.
Hace poco encontré un artículo sobre el mareo en un periódico local. Me pareció perfecto y enseguida envié un email a su autor pidiéndole permiso para utilizarlo tal cual. Gracias, Doctor Méndez. No sólo explica qué es el mareo del viajero o cinetosis, sino qué hacer para prevenirlo y para paliarlo.
Elena, este artículo es para ti, y por supuesto, para todo el que le pueda ayudar.
Mareo del viajero o cinetosis
Los franceses lo llaman “mal de mer” e incluso los marineros más experimentados pueden padecerlo. También se padece en el avión y cuando vamos en coche. En todos los casos se trata de la misma sensación de náuseas y mareo. Los mareos se producen cuando el cerebro recibe información errónea sobre su entorno. Para ayudar al organismo a mantener el equilibrio, los sistemas sensoriales acumulan permanentemente información acerca del entorno y la envían al oído interno. Una vez allí, como un ordenador, se organiza la información y envía al cerebro. Cuando el sistema de equilibrio advierte una discrepancia entre la información recibida en el oído interno y en los ojos, es cuando se producen los mareos. También todos aquellas personas que de alguna manera tienen padecimientos gástricos padecerán de cinetosis.
Le recomiendo que no preste ayuda a una persona que durante un viaje esté padeciendo los trastornos propios del mareo, ya que puede ser usted el próximo en vomitar.
No viaje con el estómago vacío ni lleno de bebidas. Procure que esté algo cargado de comida sólida. Las posibilidades de sufrir mareo aumentan cuando no se ha dormido suficientemente o se ha bebido en exceso.
Respire aire fresco profundamente. Si va en barco, suba a cubierta y respire la brisa fresca. Si viaja en avión, abra el conducto del aire.
Si viaja en coche, descanse y mire hacia el horizonte y a ser posible, exija el asiento delantero. Eso le ayudará a recibir la información necesaria para recuperar el punto de equilibrio.
Ponga debajo de la lengua una cantidad equivalente a lo que cabe en la punta de una cuchara pequeña de postre de nuez moscada. Cada dos horas, reponga esa cantidad. Cuando se trate de niños baje la dosis a la mitad.
Inhale, aspire o esnife jugo de la cáscara de un limón al que usted le ha ido haciendo surcos. Repita esta operación cada quince minutos. Ayúdese también comiendo limón u olivas para que corten el exceso de secreción de saliva. La raíz del jengibre, utilizado desde la antigüedad, también ha demostrado científicamente ser válida para este trastorno del viajero. Tome dos cápsulas de esta sustancia en polvo y será más efectivo que veinte biodraminas.
Vende sus muñecas para conseguir presionar el punto Nei-kuan. Dicha presión sometida durante unos minutos le evitará el mareo en varias horas.
Crédito para el artículo: Doctor Rafael Méndez Cobos.