Novas y supernovas
Las novas y las supernovas tienen algo en común: son estrellas que manifiestan un incremento de brillo. Aunque en realidad son dos cuerpos estelares muy distintos. Las novas aumentan de brillo en unas 10 magnitudes para luego descender hasta quedar casi igual que antes de la explosión, pero no queda destruida la estrella, sino que miles de años después se repite el proceso. En cambio las supernovas mueren de forma catastrófica.
Casi todas las estrellas tienen una compañera. Las novas siempre se producen en sistemas binarios de una enana blanca y una estrella normal. Como la enana blanca tiene más gravedad que su compañera, le roba hidrógeno, y forma un disco que va cayendo sobre la enana. Cuando la enana ha acumulado bastante gas, a lo largo de entre 10.000 y 100.000 años, entra en erupción y se produce una explosión termonuclear.
Las estrellas que tienen dos o más compañeras se llaman estrellas múltiples. En el Trapecio, en el centro de la nebulosa de Orión, hay cuatro estrellas jóvenes fácilmente visibles con un telescopio pequeño. Otro caso es alfa Centauri, la estrella brillante más cercana, que es un sistema triple.
Las estrellas con más de ocho masas solares al principio lucen como astros blancoazulados. Cuando están agotando el combustible, se expanden y enfrían, y cuando lo han consumido por completo, se colapsa su núcleo y estalla. Las supernovas explosionan de forma cientos de veces más luminosas que las novas y distribuyan por el espacio hierro y níquel entre otros elementos. Tras la explosión queda una estrella de neutrones o un agujero negro, así como un remanente gaseoso en expansión.
Pueden producirse dos clases de supernovas dependiendo del tipo estrella. El primer caso se produce cuando en un sistema binario se acumula en una enana blanca gas de una estrella de masa moderada. Si esta acumulación de materia hace a la enana rebasar el punto en el que la presión interna pueda oponerse a la gravedad, se origina una explosión nuclear que puede terminar con el sistema binario. El segundo caso surge cuando una estrella muy masiva agota el combustible y no puede sostener sus capas externas. Se colapsa su núcleo y rebota de forma catastrófica arrastrando las capas externas de la estrella.