Aristarco de Samos
Aristarco nació en la isla de Samos, Grecia, el año 310 a. C.
Murió en Alejandría, actual Egipto, el año 230 a. C. Fue astrónomo y matemático, y la primera persona que colocó al Sol, y no a la Tierra, en el centro del universo, es decir, el modelo heliocéntrico del Sistema Solar, revolucionaria idea que fue rápidamente desechada. Dominaba la teoría geocéntrica, con la Tierra en el centro. Y así fue hasta mil setecientos años más tarde, con Copérnico, que planteó el modelo heliocéntrico.
Fue discípulo de Estratón de Lampsaco, con quien estudió probablemente en Alejandría, ya que éste era director del Museo de Alejandría.
De sus trabajos, sólo nos queda “De los tamaños y las distancias del Sol y de la Luna”, donde habla de la teoría geocéntrica. El resto de sus trabajos probablemente desaparecieron en alguno de los incendios de la Biblioteca de Alejandría. En cambio, sí sabemos que Aristarco escribió otro libro en el que hablaba del modelo heliocéntrico.
Ptolomeo, en su obra Almagesto, cuenta que Aristarco hizo observaciones en el año 280 a. C. durante el solsticio de verano y describía el método que utilizó Aristarco para calcular el año solar.
Cuando la Luna se encontraba exactamente en el primer cuarto o en el último, es decir, justo cuando medía 90º, Aristarco midió el ángulo entre el Sol y la Luna (Beta). Conociendo Beta podía resolver el triángulo rectángulo (ver esquema). Usó una geometría correcta, pero los datos de la observación no eran exactos, así que su resultado fue que el Sol estaba 20 veces más lejos que la Luna, cuando en realidad está 400 veces más lejos. Como la Luna y el Sol tienen tamaños aparentes iguales, Aristarco concluyó que sus diámetros debían ser proporcionales a sus distancias a la Tierra. Como el Sol estaba mucho más lejos, tenía que ser mucho más grande, así que pensó que el Sol era 20 veces más grande que la Luna, cuando realmente es unas 400 veces mayor. A pesar de estar equivocado, los cálculos de Aristarco perduraron durante toda la Antigüedad y la Edad Media.
Perfeccionó la teoría de la rotación de la Tierra sobre su propio eje, explicó el ciclo de las estaciones y realizó más precisas mediciones del año trópico.
Parece ser que construyó dos relojes de Sol, uno plano y otro hemisférico.
Escribió también sobre visión, luz y colores.