Por qué los planetas son redondos
Los planetas son redondos por la gravedad. Un cuerpo celeste crea un campo gravitatorio a su alrededor que hace que toda la masa de ese cuerpo se concentre en su centro y atraiga hacia él toda la materia.
Como sabemos, en la época de formación de nuestro Sistema Solar, había una nebulosa. Por la fuerza de gravedad, los gases y el polvo de esa nebulosa se fueron comprimiendo y formando pequeños trozos de rocas. Más tarde, esos pequeños trozos de rocas fueron atraídos unos por otros, y se fueron juntando y formando rocas más grandes. Al impactar se fueron calentando y se formó una masa blanda que fue tomando forma esférica.
Mientras un planeta se forma, la materia que está sometida al calor de sus reacciones nucleares internas, es empujada por la fuerte atracción de su centro gravitatorio. Esta atracción gravitatoria es igual en todas las direcciones, y como la única forma geométrica que cumple este requisito, es la esfera, pues toda la materia de ese cuerpo se sitúa lo más cerca posible de su centro.
Aunque hay que puntualizar que los cuerpos celestes, planetas, estrellas, cometas…, no son perfectamente esféricos, ya que ellos giran, y la fuerza de rotación contrarresta la fuerza de gravedad y hace que el cuerpo se abombe y sea más abultado en su zona ecuatorial.
La gravedad en el caso de los asteroides y planetas enanos es mucho más pequeña que la de un planeta y sus superficies no se ven sometidas a las fuerzas gravitatorias que sí sufre, por ejemplo, nuestra Luna o la Tierra. En la imagen inferior podemos ver el asteroide Oumuamua, que significa “el primero venido desde lejos”. No tiene para nada forma esférica, ya que puede tener tan solo unos 160 metros de diámetro.
Por lo que, podemos concluir que cuanto más grande es el cuerpo celeste y más rápido rota, más se achata.