La Tierra esférica
La idea de la Tierra cilíndrica tampoco era bastante.
Quienes vivían en la costa observaron que los barcos que navegaban hacia alta mar no iban reduciéndose de tamaño hasta convertirse en un punto muy pequeño, como sucedería si la Tierra fuese plana, sino que desaparecían cuándo todavía eran de un tamaño mayor que un punto. Además, lo primero que desaparecía era el casco, como si el barco estuviese bajando por una colina. ¿Sería porque la Tierra era curva? Y además, lo barcos desaparecían fuera cual fuera el rumbo que llevasen. ¿Quería decir que la Tierra se curvaba en todas direcciones? La única superficie que se curva en todas direcciones por igual es la esfera.
Los astrónomos griegos pensaron también que la mejor manera de explicar los eclipses lunares era imaginando que ésta y el Sol ocupaban lados contrarios de la Tierra y que la sombra del planeta, proyectada por el Sol, caía sobre la Luna y la eclipsaba. La proyección de la sombra de la Tierra era siempre circular, fueran las que fueran las posiciones que la Luna y el Sol ocupasen. Y el único cuerpo que proyecta una sombra con sección transversal circular es la esfera.
Tras nuevas observaciones, se llegó a la conclusión de que la Tierra no es plana, sino esférica. Parece plana porque la esfera es muy grande y la pequeña porción que vemos a simple vista es demasiado suave para detectarla.
Parece ser que la primera persona en sugerir que la Tierra era una esfera fue el filósofo griego Filolao de Tarento hacia el año 450 a. C.
Más o menos en 350 a. C. ningún científico tenía ya dudas de la Tierra era una esfera. Desde entonces, todo hombre culto ha admitido este concepto. La idea fue aceptada sin pruebas directas, ya que la prueba no llegó hasta el 1522 d. C., cuando la única nave que sobrevivió a la expedición de Fernando Magallanes llegó al puerto tras haber realizado por primera vez una vuelta a la Tierra: así se demostró de forma directa que la Tierra no era plana.
En la década de 1940 se consiguió lanzar cohetes a una altura suficiente para tomar fotografías de extensas porciones de la superficie terráquea. De esta forma se demostró de modo visible la curvatura esférica.